No robarás

No robarás

No robarás

Dentro de nuestra sociedad y la ley de Dios, está mal visto robar. Entendiendo esta palabra como quitarle a alguien algo que les pertenece sin su consentimiento. Esto es por lo tanto considerado como un acto de egoísmo, pues con robar intentamos calmar un placer propio, y es por lo tanto mal visto ante Dios. El séptimo mandamiento de la ley de Dios nos dice: “No robarás”.

¿Qué prohíbe el séptimo mandamiento?

Este mandamiento que encontramos dentro de la ley de Dios, base y estructura de nuestra fe y morales cristianas, prohíbe el robo o usurpación del bien ajeno contra la voluntad de su propio dueño. El robo viene directamente relación con un sentimiento egoísta del ladrón por querer obtener algo sin haber realizado ningún tipo de esfuerzo.

Dios nos ha regalado razón e inteligencia para poder distinguir lo que está bien y lo que está mal. Por lógica, las propiedades y bienes de una persona, deben ser respetadas, y no tenemos derecho a despojarle de sus pertenencias sin autorización de esta persona.

¿Qué actos so considerados como un robo?

Normalmente, definimos como un robo cuando existe un asalto a mano armada, por ejemplo. Pero ante los ojos de Dios, lo son otras acciones, tales como: cuando pedimos prestado algo y decidimos no devolverlo o pagarlo. El fraude, la estafa y el despilfarro. Quitarle tiempo a una persona y también, cuando dejamos nuestras obligaciones cristianas de lado.

Como personas correctas y razonables, quienes han sido dotadas por Dios con la capacidad de tener conciencia de nuestros actos, podremos darnos cuenta cuando realizamos o estamos a punto de cometer algún mal hacia otros. Por lo tanto, no le robemos a nuestro Dios el don que nos ha dado para ser personas honestas y de buena fe.

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